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viernes, 30 de enero de 2009

¿Por qué pensar con el cuerpo?

Entrevista de M.B. Pavita & P. Diyhani a Jader Tolja. Autor del libro “Pensar con el cuerpo” para el diario la Repubblica.

Jader Tolja impartirá dos cursos en Barcelona:

La dimensión visceral en el embarazo y el postparto. 27 de febrero de 18h a 20h. Información en yoganyc@yahoo.es.

La pelvis. 28 de febreo y 1 de marzo. Información en rous.nurt@gmail.com


Sólo con la mente no basta....

“Todo lo que nace de la mente lo percibe el público,
el niño, el electorado como manipulable.
Incluso nosotros por un instante podríamos sucumbir a la manipulación,
porque nos sentimos bien cuando nos manejan los poderosos.
Pero al final comprendemos que estamos siendo manipulados. Y nos molesta.
David Mamet.


P- ¿Qué quiere decir pensar con el cuerpo?
R- Cuando vemos un cuadro torcido nos molesta de forma instintiva. ¿Por qué? Nos hemos acostumbrado a considerar las elecciones estéticas como elecciones mentales. En realidad, la estética está ubicada en el cuerpo, tiene una base biológica. El número áureo lo podemos encontrar en las plantas, en los animales, en las conchas, incluso también en arquitectura, en una ventana o en un cuadro. Este dato no impide que exista primero en el hombre y que constituya
la base biológica de nuestra percepción estética. Cuando estamos de acuerdo con estas leyes naturales, experimentamos una sensación de bienestar. Cuando estamos en desacuerdo, creamos una disonancia, estamos a disgusto. A todos nos ocurre, físicamente estamos a disgusto. La forma en que se estructura un espacio condiciona aquello sobre lo que se estructura el cuerpo. Un espacio nos cambia a nivel físico. Un espacio que nos priva de la visión lateral, como un camino estrecho entre edificios altos, nos lleva a una situación de disgusto: es como vivir con
anteojeras. En cambio, una plaza o un horizonte muy amplio nos proporcionan una sensación visceral de bienestar.
Claro está, esta respuesta física puede ser ignorada o tomada en cuenta. El desafío de pensar con el cuerpo es el de reconocer y realzar esta sensación en situaciones incluso más complejas que la del cuadro torcido, en las cuales de cualquier forma el cuerpo responde con absoluta rapidez y claridad.

P- ¿Cómo se aprende a “pensar con el cuerpo”?
R- No se aprende, simplemente se deja de inhibir cualquier cosa que ya existe. Veamos por ejemplo la diferencia entre un campeón y un fuera de serie. La diferencia radica en el hecho en que el fuera de serie no inhibe las cualidades corporales. Saca todo su potencial. Eso es todo.
En todo caso tiene menos sobrecarga mental. Es como la historia de la hormiga que se encuentra con el ciempiés y le pregunta:” Con todas esas patas, ¿cómo haces para no tropezar nunca? El ciempiés, para poder responderle, se pone a pensar y a partir de ese instante no consigue volver a andar. Gran parte de la educación motriz y deportiva que recibimos nos enseña un modo cerebral de estar en el cuerpo. Incluso una bailarina de ballet clásico asume posturas
impensables para un mono o un niño. Sin embargo, un niño de dos años se mueve con una gracia y una coordinación increíbles. La educación motriz nos enseña movimientos de robot. Brazos tensos hacia delante o cruzados de lado. Son movimientos inventados por la cabeza, no naturales. Si queremos estimular la inteligencia del cuerpo tendremos que seguir los movimientos que haría el cuerpo espontáneamente. “La exploración del exterior se acaba, ya es
hora de que comience la interior”, comenta el conocido alpinista y explorador Walter Bonatti.

P- Hemos recurrido, durante siglos, a la metáfora del cuerpo como una máquina. Una máquina maravillosa, pero una máquina.
R-El caso es que hay períodos, ya sea desde el punto de vista histórico o individual, en los cuales la mente siente que tiene que controlar el juego. Para la humanidad ha sido importante pensar que es el centro del universo, incluso por una cuestión de seguridad, de identidad. No ha sido sólo un error de tipo astronómico. Ha sido una necesidad cultural. En el momento en que esta seguridad ha dejado de ser esencial, ha podido llegar la revolución copernicana. La idea de
no ser el centro del universo ya no prevalecía. Lo mismo ocurre con la relación cuerpo-mente. En ciertos períodos ha sido importante pensar que el alma y las emociones estaban en la mente. La cabeza giraba alrededor del cuerpo, de la misma forma que el sol giraba alrededor de la tierra. Esta fase histórica y cultural finalizó y hay personas que creen que la cabeza ha sido creada en función del cuerpo y no lo contrario.

P- ¿Quiere decir que estamos dejando atrás un período históricamente adolescente?
R- Incluso desde un punto de vista histórico, probablemente la adolescencia es una etapa obligada. Durante la adolescencia la actividad mental toma ventaja. Es una etapa en la cual se está más dotado para jugar al ajedrez o programar un ordenador. No quiere decir que nos vayamos a convertir en campeones a los diecisiete años, porque la experiencia también nos sirve, pero esa es una etapa en la cual se tiene la máxima capacidad de abstracción. Por esta
razón los adolescentes son tan inseguros. Dan mucha importancia a la apariencia. Si no se está ubicado en el cuerpo, la persona se siente en una situación de precariedad. En los últimos siglos hemos desarrollado técnicas de movimiento, gustos estéticos, una educación, también en música y arquitectura que aumentaban el control cerebral. Ahora, considerando que ya lo tenemos, podemos permitirnos cabalgar libremente, en vez de seguir mareando al caballo.

P- Volvamos al presente. ¿Qué puede ayudarnos a restablecer el contacto con el cuerpo y con la inteligencia?
R- Estadísticamente, una mujer embarazada es una pensadora corporal. La supervivencia del feto la obliga a permanecer en el cuerpo. Además, podría responder que no se puede crear arte si no se piensa con el cuerpo. Sólo cuando se tiene un profundo contacto con el alma y con el cuerpo, se puede expresar algo trascendente. También podemos llegar al cuerpo por medio de la enfermedad. A menudo la enfermedad nos lleva hasta el punto en que comprendemos que no podemos seguir haciendo algo sólo porque la mente lo desea. Nos vemos obligados a observar
lo que realmente nos está ocurriendo. Si tenemos un estómago que es capaz de digerir incluso piedras, no percibimos en nosotros mismos los efectos que tienen los alimentos. Cuando empezamos a tener problemas, nos vemos obligados a prestar atención a lo que comemos. Es frecuente que la enfermedad nos obligue a ponerle freno a la omnipotencia de la mente. Al igual que el embarazo, nos obliga a sentir.

P- ¿Cuáles son los elementos que no nos dejan sentir la información corporal?
En realidad son muchos. En el transcurso de los siglos, los medios inventados para darle vueltas a la mente entorno al cuerpo han sido muy numerosos. Desde el tipo de educación hasta otros aparentemente más triviales y banales. ¿Sabes cómo se popularizó el café? En Estados Unidos, a principios de siglo, se dieron cuenta de que los laboratorios producían más cuando bebían café, por tanto introdujeron los distribuidores de café en sus puestos de trabajo. El café permite controlar con la mente las necesidades del cuerpo. Es el mecanismo que lleva a un equipo a dopar a sus propios atletas y a quemarlos en dos temporadas en vez de invertir en tiempo. Es lo contrario de lo que ocurrió con Baggio que sigue jugando con 36 años. De hecho, en la actualidad nos damos cuenta de que las empresas que mejor pueden sobrevivir son aquellas en las cuales las personas están en contacto consigo mismas. Cuando aumentamos el control de la mente las ventajas sólo existen por un breve período de tiempo.

P- Luego la gente se enferma y tiene que pasar por terapia.
R- Sí, pero eldiscurso sobre la psicoterapia es complejo porque una terapia que trabaja a nivel mental te desubica aún más. En la Universidad de Ohio, en Estados Unidos, han llevado a cabo una investigación para entender cuáles son las características necesarias para que una psicoterapia funcione. Filmaron cantidad de sesiones. Llegados a un punto se dieron cuenta de que podían predecir si una terapia podía tener éxito o no. Habían individualizado un parámetro
muy sencillo: el tiempo de respuesta. Si el paciente respondía de inmediato a una pregunta que le hacía el terapeuta, es que no existía ningún cambio. En cambio, las personas que respondían de forma más lenta intentaban percibir incluso las propias reacciones físicas frente a la pregunta. Entre la entrada de la pregunta y la salida de la respuesta había un período de percepción del cuerpo. Es una realidad que no depende de la escuela a la cual pertenece el
terapeuta. Más bien depende del deseo del paciente que quiera conocer sus propias reacciones corporales. Por esta razón insisto en que no importa la técnica sino la actitud.


P- ¿Qué hechos nos hacen perder el contacto con el cuerpo?
R- Si queremos evitar la integración con el propio cuerpo, los caminos son infinitos. Incluso la psicoterapia funciona. Podemos seguir adelante durante años contando lo que queramos. El problema es que cuando sólo se piensa con la cabeza no se distingue ya lo ficticio de lo real. No teniendo ubicación ni en la realidad ni en el cuerpo, un dato ficticio y un dato real se convierten en iguales. Confundir el modelo con la realidad es como entrar en un restaurante y comer el
menú, decía Arthur Bloch. Hemos conservado en formol el cerebro de Einstein para poder estudiarlo incluso hoy en día. Como si todo aquello que él pensara lo hubiese elaborado dentro de su cabeza. Pero Einstein decía que sus intuiciones nacían del cuerpo. Frente a situaciones tan complejas, como las de la física nuclear, la mente por sí sola no basta. La inteligencia no sólo se sitúa en el cerebro, también está en las células distribuidas por todo el cuerpo, según la
científica americana Candace Bert.

P- ¿Quiere decir que los científicos piensan con el cuerpo?
R- Esto no es nada nuevo. Leonardo utilizaba el cuerpo como instrumento del pensar. Se dice que consiguió tener la fuerza de doblar una herradura de caballo a pesar de ser vegetariano. También montaba muy bien a caballo. Este dato es muy importante. El verdadero conocimiento aparece cuando confrontas la información que nos llega de fuera con la reacción que tenemos dentro. El pensamiento creativo es solamente la síntesis entre estos dos datos. Wright hablaba
de la importancia de la fisicidad para los arquitectos. Antes de ponerlos a hacer proyectos, los hacía trabajar manualmente en su escuela. El sostenía que ésta era la base. En caso contrario salen fuera mecanismos mentales. Casas inhabitables.


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